sábado, 15 de diciembre de 2012

HISTORIA BREVE DE NUESTRA PEÑA




Nuestra Peña comienza su andadura el año del Centenario, 1.998. Se creo con la intención de unir a un grupo de amigos que tenían en común su sentimiento hacia el Athletic Club.

Desde su comienzo y hasta la actualidad, se hacen actividades de forma anual, como partidos de fútbol contra la peña del Real Madrid, o la asamblea y comida cierre de temporada.



El primer partido en San Mames fue contra el Valencia y ganamos 2-1. Salimos de nuestra sede a las 12 de la noche y llegamos a Bilbao a las 8 de la mañana.






Desde entonces hemos hecho multitud de Viajes y visto Al Barça, Real Madrid, Mallorca, Alavés, Villareal, Getafe, Almería, Levante, etc.





Incluso en unos de nuestros viajes a Bilbao, nuestro presidente fue entrevistado por TeleBilbao.



A nuestra Inauguración Oficial nos acompañó Manu Sarabia y al X Aniversario nuestro
Padrino Aitor Larrazabal.


También hemos disfrutado juntos de las dos ultimas finales de copa que disputó el Athletic Club, pero no tanto como nos hubiese gustado.


A dia de hoy contamos con 35 socios/as  y esperamos disfrutar juntos de muchos acontecimientos.

2 comentarios:

  1. Ser simpatizante del Athletic Club me ha resultado muy fácil y gratificante desde que mi hijo Carlos, llevado por los valores y el buen futbol del Athletic y de su jugador estrella en aquellos momentos, que no era otro que Julen Guerrero, me acercó a este club histórico. Desde el principio me contagió con el entusiasmo, la ilusión y por supuesto la simpatía incondicional que mostraba por este club.
    Fruto de estas muestras por los colores de nuestro equipo nos encaminamos un buen día hacia la Taberna con la intención de ver en la televisión al Athletic; comenzaba por entonces el pagar por ver “pay per view” y aunque televisaban al Madrid a esa hora nunca perdimos la esperanza de poder ver el partido. Con lo que no contábamos era con la inestimable ayuda e iniciativa llevada a cabo por Andrés, nuestro presidente, con el fin de recaudar el dinero suficiente para que el encuentro elegido fuese el del Athletic. Acto seguido nos sorprendió que el número de aficionados de los leones fuese suficiente para cubrir la cantidad exigida sin dificultad, ya que no esperábamos coincidir con tantos seguidores, máxime cuando el bar estaba lleno de madridistas. Entonces alguien dijo: “Si podemos fundar una peña y todo”. Al momento comenzaron a surgir ideas y propuestas encaminadas a tal propósito. Y así, con esta grata sorpresa comenzó a fraguarse para nosotros lo que hoy es motivo de orgullo, y que no es otra cosa que el pertenecer a la Peña Chinata Athletic Club Aitor Larrazabal.
    Aupa Athletic.

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  2. Viendo las fotos del primer viaje a Bilbao me vienen a la mente los recuerdos del inicio de aquella aventura. El hormigueo que sentía en el estomago ante el principio de algo grande se transformó enseguida en regocijo y satisfacción tras el saludo y la primera cerveza a la puerta del bar Javi.
    El salir de noche no fue impedimento para que los chistes no parasen. No se si por el ambiente, el autobús lleno de humo y con las luces en penumbra, o por otra cerveza, el caso es que las risas fueron la constante del camino y las luces de neón de los distintos clubes de carretera se confundían con las bromas: “otro del athletic” club.
    Carlos, a pesar de su corta edad, no quería perderse ni un instante del trayecto. Yo le insistía en que durmiera, que el día iba ha ser muy largo. Otra cerveza más y yo también caería frito.
    La parada en el área de descanso nos devolvía a la realidad y tras un colacao calentito (alguno prefirió más cerveza) ocupábamos nuestros asientos con el culo cuadrado ya de tantas horas de autobús. ¡¡¡ Que frio hacía en Burgos!!!
    Con las tempranas luces del día se mostraron ante nosotros, como anticipo de la grandeza de nuestro equipo, esos montes altos, escarpados y llenos de una espesa vegetación que forman parte del paisaje vasco. También, como premonición del acogedor y familiar recibimiento que tuvimos, comenzaron a asomar los primeros caseríos.
    Las calles de Bilbao nos recibieron con unos rayos de sol cálido y suave que desentumecieron nuestras extremidades e iluminaron nuestras ilusiones.
    Con la visita al Palacio de Ibaigane, sede del Athletic, comenzó el contacto con el club. La sala de trofeos nos cautivo a todos. Uno de los trofeos me transporto a mi infancia, en concreto uno del trofeo Carranza que tuve la suerte de ver en Cádiz, y otro que también llamó mi atención fue el de la copa del rey de Alfonso XIII.
    Después fuimos a Lezama y allí conocimos a los primeros jugadores, pero lo que realmente más le gustó a Carlos fue entregar en persona una cartera del petaquero, con el escudo de la peña grabado, al mismísimo Aitor Larrazabal. Fascinante!!! Cuantas emociones!!! Y que sed nos iba entrando. Menos mal que había enfrente una sidrería “Sidrería Lezama” ¿Unas cervecitas para reponer fuerzas?, ¿una sidrería? Bueno, pues vamos a probar la sidra. ¿Un barril entero? Bueno, se hará lo que se pueda. Las alubias cojonudas.
    De vuelta a la capital del Nervión, y tal vez por ser forasteros y no querer perdernos, optamos por el recurso de seguir la ría, la ría de bares que nos llevaría al estadio.
    Carlos estaba ya muy, muy cansado. Aún hoy no se de donde sacó las fuerzas. Reconoció a unos aficionados que habían salido en el programa “El día después” y estuvo saludándolos a todos.
    La lluvia nos dio la bienvenida al campo y me vino a la cabeza el dicho taurino de “sol y moscas para una buena tarde de toros” y el de “lluvia y barro para un buen partido del Athletic”. Me consta que en el pueblo se preocuparon por si nos estábamos mojando ya que las primeras imágenes del partido televisado comenzaban a llegar a Malpartida. (Un poquito calados puede que estuviésemos).
    Comenzó el partido y un subidón de adrenalina sacó a Carlos del letargo en el que había caído tras comerse el bocata. Los ojos como platos, los brazos agitando su bufanda y su garganta gritando ¡Athletic, athletic, athletic! He de confesar que en ese momento no me importaba que el equipo perdiese o empatase con tal de verle cantar un gol. La impaciencia se convirtió en gozo tras el primer tanto y la incertidumbre por el resultado en delirio con el segundo. Victoria por dos a cero y nosotros testigos privilegiados del evento.
    La vuelta ya daba igual, habíamos estado en San Mamés y el Athletic había ganado, y todo gracias a la peña. A la Peña Chinata Athletic Club Aitor Larrazabal.
    Saludos y Aupa Athletic.

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